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miércoles, 3 de noviembre de 2021





¿POR QUÉ TEJO, PARA QUÉ?


Hoy vengo a contaros por qué diseño prendas de punto. Por qué tejo. 

No creáis que es algo sencillo de explicar. Ha sido algo que ha rodeado mi vida desde siempre. Por qué entonces nunca me decidí a hacer esto?

Esto es fácil de contestar, era cosa de abuelas. Las mujeres tejían en casa, era algo proscrito, que había que ocultar, ni si quiera se reunían a pasar la tarde tejiendo y tomando café, por lo menos las que yo he conocido, y os aseguro que han sido muchas.

Sí que se compartían conocimientos, es decir, si alguna aprendía algún punto nuevo, hacía una muestrita que iba pasando de mano en mano y que íbamos aprendiendo deshaciendo (por lo menos yo) y volviendo a tejer para dejarla como estaba. En algunas tiendas de barrio o en los pueblos en la mercería te enseñaban algunas cosas, eran una biblia esas mujeres, lo sabían todo. Moría de amor. Las abuelas enseñaban a las hijas y éstas a mí. Aquí en este punto se acaba la historia porque ninguno de mis hijos y tengo tres ha querido ni acercarse a  una labor, la que sea. Pero eso sí, tengo una sobriprincesa que teje, y claro estamos todas inlove con ella.


Y dicho esto, que seguro es común a muchas tejedoras, creo que hay que hablar de por qué las que no han tenido ninguna referencia, o las que como yo hemos tejido a lo largo de años de nuestra vida no nos hemos dedicado a esto formalmente. ¿Por qué a ella de repente un día se les ocurre empezar a tejer, por que a nosotras no se nos ocurrio hace décadas enseñar? 

Esto también tiene una fácil respuesta. ES COSA DE MUJERES.




No tiene valor, nosotras mismas se lo quitamos. Me encuentro en mis clases, en mis círculos con mujeres que dicen eso tan típico de bueno vale solo tejes. Estos señoras se llama patriarcado, se llama machismo, se llama minusvalorar una artesanía que cruza las fronteras, los siglos, la cultura más primigenia que tiene en su núcleo mujeres cocinando y tejiendo. Lo que sea, pero tejen, hacen nudos y nudos para crear algo maravilloso que vestirán sus hijas, sus nietas. Que éstas aprenderán generación tras generación.  

La cocina mediterránea la han creado nuestras mujeres, la moda la hemos creado nosotras con nuestro buen hacer, eso sí ellos dirigen, coordinan, diseñan, cocinan. Venga ya¡¡¡¡

Pues sí, así estoy. Reivindicativa.

Llevo años luchando contra esto. Hablo de cocina y tejido porque es lo que sé hacer. Nunca me han dejado sobresalir en nada, siendo mejor que ellos. Más limpia, ordenada, cuidadosa, generosa, voluntariosa, con ganas de aprender, de ayudar. Por eso me he ido. El año que viene cumplo 60. Ya vale.

Me quedo sin vida.

Me gusta enseñar, creo que es una vocación que tenía escondida en alguna de mis mil aristas. Que tengo mucha paciencia me dicen, ¡me encantaría que se lo preguntaran a mi familia!, creo que piensan todo lo contrario.

Pero aquí estoy. He roto con todo, bueno con mucho. Tejo, sueño que tejo, me levanto y me voy al portátil para retocar no sé que de no sé que patrón. Tejo. Destejo. Me enfado con algo que no me gusta y lo dejo en cuarentena. Mando mil mails diarios pidiendo colaboraciones. Nada. Me salen clases que no esperaba. Así estoy todo el día, todos los días de la semana.

Bueno, a veces paro y paso de todo eh¡¡¡

En fin, esto es lo que hay. Bueno, esto es mi experiencia. En general, claro. No sabéis lo orgullosa que me siento cuando alguna diseñadora/tejedora saca un libro nuevo, o hace una colaboración de estas que da la vuelta en las redes y de la que todo el mundo habla. Me siento como la mamá orgullosa. Deberíamos dejarnos de tontería y tejer más redes, la sororidad ha venido para ayudarnos. Que hay hombres que tejen y desarrollan patrones impresionantes? si, claro, pero son una minoría, démosles el protagonismo que merecen, es decir, muy poquito. A veces me da la sensación que nosotras mismas nos trabamos en una especie de complejo de inferioridad, que de verdad amigas es falso. Somos iguales, o en este caso que nos concierne, mucho mejores. Debemos comprar patrones de diseñadoras españolas, lanas españolas teñidas por tintoreras españolas porque las tenemos y son magníficas. Nos tenemos que apoyar. Pero es realmente difícil cuando compara un patrón de seis euros, o menos, para algunas mujeres es terrible, ¨habiendo gratis¨. Hay un trabajazo detrás de todo esto que no os imagináis, gastar unos euros de vez en cuando, es bien, os lo aseguro. 

Cuando he hecho alguna colaboración y la persona encargada de los proyectos es un hombre, joven, que no sabe tejer la mayoría de las veces, es que me quedo loca. ¿En serio? No quiero que penséis que tengo algún tipo de nada contra los hombres, bien al contrario, amo a los hombres en general, pero para el trabajo algunos son muy prepotentes, creen que son mejores y que están más preparados, pero esto no es lo peor, lo malo es que las mujeres también lo creemos y así no vamos a ningún sito.

Reivindico la posibilidad de equivocarme y que no se hunda la empresa. La capacidad de error, de superación, de volverlo a intentar, de aprender de los errores sin sentir pánico, todo esto es lo que hace que seamos mejores cada día. En lo personal y en lo profesional. 

En definitiva, este mundillo ha venido para quedarse, no es que esté de moda ahora, como se oye decir, nono, es que ahora tiene más visibilidad. Pero necesitamos más, más profesionalidad. Que la gente valore el esfuerzo que hay detrás y pague por el trabajo de la artesana sin pensar que eso lo puede hacer ella en un ratito. Porque no es verdad. Estos son años de aprendizaje, estudio, tesón y amor, mucho amor.


Gracias por leer hasta aquí. Un beso enorme tejedora.









domingo, 3 de octubre de 2021

Hola, ¿qué tal, cómo estás?

Tengo muchas alumnas nuevas este año y me preguntan qué necesitan para aprender a tejer y pensé... pues lo escribo. Aquí van mis ideas.


LAS TEJEDORAS Y LAS  AGUJAS DE PUNTO 


Ando muy liada últimamente. No sé, a veces la vida te va complicando tu día a día. Cuando crees que tienes cierta estabilidad, te marcas unos horarios, te organizas para trabajar, andar un rato, hacer algo de cardio... tejer mucho. Bueno, pues no.

Pero tengo que aceptar, aunque a veces me cuesta, las cosas como vienen. Al fin y al cabo no puedo cambiar mucho, la verdad.

Mi madre tiene una edad, y unas circunstancias, que nos exigen a los hermanos estar pendiente de ella las 24 horas del día. Y eso te trastoca la vida entera. A mi me estresa mucho, primero porque ella no está bien, no puede estar sola y eso te crea ansiedad e incertidumbre, y por otro lado porque impide que desarrolle mi trabajo con la regularidad y constancia que a mí me gusta.

Yo sigo de erte, y quiero dedicarme exclusivamente a mis clases y mis diseños. Necesito mil horas y sólo tengo dos manos y una cabecita loca. Pero lo conseguiré. Poco a poco.


Pero esta entrada no quiero que sea tan personal. Ya te he contado un poquito y ahora me apetecía hablarte de agujas de punto. Si te apetece, otro día hablamos de las de ganchillo. Aunque  soy más de tejer punto que ganchillo, me encanta y de vez en cuando es como que necesito coger el gancho y liarme con algo bonito. Por ejemplo ahora estoy tejiendo la alfombra de mi salón... ya la acabaré, jiji.


¿Qué tipos de agujas hay en el mercado?

Esto es fácil. Dos tipos, rectas y circulares. Las de doble punta las voy a considerar circulares aunque sean rectas, al fin y al cabo hacen el mismo trabajo, no?


¿Qué diferencia hay entre ellas?

La diferencia fundamental es lo que nos permite trabajar cada una, porque con las dos tejemos cualquier punto, pero no cualquier estructura.

Las agujas rectas nos permiten tejer en una labor de ida y vuelta, es decir tejer en plano. Por lo tanto cualquier cosa que tejas tendrá derecho y revés, de tal forma que si tejes un jersey, por ejemplo, que tiene varias piezas en su estructura, delantero, espalda y mangas, al terminar hay que unirlas cosiendo los laterales. Puedes tejer prendas que sólo tengan una pieza, como por ejemplo un chal o una bufanda, y esto  en vueltas de ida y vuelta sin tener que unir nada. También calcetines y gorritos, que son claramente circulares, pero tendrás que hacerlo en plano y después unir con una costura.



Las agujas circulares por el contrario nos permiten tejer todo lo anterior, jersey, gorrito y calcetines, en una pieza, sin uniones, sin costuras. Pero también piezas planas como chales y bufanda, en vueltas de ida y vuelta, utilizando las puntas y su cable de unión como si fueran agujas rectas. Por lo tanto este tipo de aguja son mucho más versátiles.

Pero no es su única propiedad. También son más ligeras, cómodas de llevar, la postura  para tejer con ellas es mucho mejor para nuestra espalda, para las manos, para el cuello. Son más anatómicas y te permitirán no sufrir dolores que inevitablemente surgen de un trabajo repetitivo como este nuestro de tejer.


¿Qué tipo de calidades y variedades hay en el mercado?

Esto es casi infinito. Pero os cuento a grandes rasgos qué podéis encontrar en tiendas físicas y online en España, y no es poco.

Para las agujas rectas tenéis varios largos, de 20, 30, 40 y de 50cm... Yo te recomiendo las de 40cm porque son las que mejor se adaptan a nuestra postura sentada, con la aguja izquierda debajo del brazo.

Podéis encontrar de madera, de bambú, de plástico y de aluminio, estas dos últimas suelen estar huecas para que sean aún más ligeras. Nuestras abuelas y madres más mayores, como las mías, tejían con agujas de metal no hueco, eran muy pesadas y afiladas y cuando tejíamos con lanas finitas se nos clavaban en los dedos y llegaban a hacer heridas. Pero eso ha cambiado. Ahora están lo suficientemente afiladas para poder tejer cómodamente sin pinchar. Al final de la aguja tienen un tope para que la labor no se escape. 

Si eres una tejedora novata te recomiendo que empieces por madera o bambú, o como mucho de plástico. No uses las metálicas porque la lana o hilo resbala más, son bastante más rápidas, pero se necesita cierta práctica para tejer con ellas. 

Independientemente del material con el que están fabricadas puedes encontrarlas de muchos grosores. Desde 1mm a 25mm, o más, de cualquier material, o casi.

                             











En cuanto a las circulares puedes encontrar una gran variedad, pero hay dos tipos con varias calidades cada uno, fijas e intercambiables. 

Y yo aquí voy a introducir las de doble punta, que aunque no son circulares, son juegos de 5 agujas cortas de alrededor de 10cm, también hay varios tamaños, que permiten tejer en circular. Estas agujas  también las podéis encontrar de varios materiales, madera, bambú, metálicas, de plástico.

                         

                          













¿Qué compro para empezar a tejer?

Como ves las posibilidades son infinitas. Por lo tanto lo que podemos llegar a realizar con ellas también.  

Para empezar te recomiendo que compres una lanita sin pelo y color claro para trabajar con unas agujas, tanto rectas como circulares, de 5 mm más o menos. Es un grosor ni muy fino ni todo lo contrario que te permitirá ir aprendiendo a tejer con más facilidad. Comprar con cabeza, materiales y calidades de un nivel intermedio. No compréis agujas de un euro ni de cien. En el mercado, en la actualidad, puedes encontrar prácticamente de todo, tanto en físico como online. Pero para empezar os recomiendo muchísimo que vayáis a la tienda de vuestro barrio o pueblo, la más cercana, ellas os ayudarán, seguro, y os podrán orientar para que una vez que empieces a tejer no sea muy difícil coger los puntos de las agujas, porque a veces lo que pasa es que el material es de tan mala calidad que imposibilita el trabajo y eso frustra un montón. Pero no hace falta comprarse lo último que ha salido y que está super de moda y que todas las tejedoras locas compramos como si fuera lo último que fuéramos a tejer en la vida, de verdad que no. Ve poco a poco, practica mucho y como siempre digo, esto es una artesanía que necesita paciencia y trabajo, no hay mucho más.


¿Qué compro rectas o circulares?

Pues yo aquí si que te digo que si no has tejido nunca compres circulares intercambiables porque te permiten realizar casi cualquier labor. Con un cable de 80 cm. será suficiente para que practiques y aprendas lo más básico, sin miedo a equivocarte y deshacer, hasta que empieces tu primera labor. Pero piensa que puedes tejer una manta con un cable de 1,50 ó 2m. Su versatilidad es infinita.

Si eres una tejedora más experimentada cambia la cosa. Si tejes estilo inglés, es decir con agujas  rectas, echando la hebra con la mano derecha, te recomiendo que compres agujas de madera o bambú. Te cambia la vida. No pesan nada, son afiladas pero no demasiado. Y además las hay preciosas de colores, te encantarán. Hay sets que venden las marcas con los que ahorrarás algo de dinero, pero ten cuidado y piensa bien qué tejes habitualmente, porque puede que ciertos grosores no te sirvan y te interese más comprarlas poco a poco, según vayas necesitándolas.

Esto mismo lo podemos aplicar a las tejedoras con circulares en estilo continental, echando la hebra con la mano izquierda. Aunque por supuesto se puede tejer en estilo inglés también. Si no tenéis todavía muchas puntas, échale un ojo a los sets, los hay de todos los tipos. Puntas pequeñísimas para calcetines y cositas de bebe, puntas cortas, y las más largas, que cambian mucho con las marcas, pero suelen ser a partir de 10cm. De varios grosores y calidades. Hay muchísimos, yo os recomiendo que penséis muy bien qué tipo y grosor comprar porque no son baratos y a veces nos encaprichamos de cosas que realmente no usamos después. Quizás también es interesante comprar poco a poco y hacerte tu propio kit.

No te he explicado la diferencia entre fija e intercambiable, y es sencillo. Cambia cómo va ajustado el cable a la punta. En las primeras no puedes cambiarlo y en las segundas sí, y aquí también hay muchas opciones. Esto sí cambia mucho con las marcas, cada una tienen su sistema para unir las dos partes. Aquí te recomiendo que pruebes, cada tejedora tiene como su preferida pero te garantizo que salvo raras excepciones hay cuatro o cinco marcas con primeras calidades que no te defreaudarán. 

Para cualquiera de las dos te recomiendo lo mismo que con las rectas, empezar con madera o bambú porque la lana se agarra mejor a su superficie y es más difícil que se escapen los puntos. Las metálicas son muy ligeras y suaves y a las principiantas les suele dar más problemas de agarre.


Y creo que poco más. Sólo quería darte información básica de lo que hay en el mercado en la actualidad. Recomendarte mucho que no compres sets completos si estás empezando, ve poco a poco, practica con dos o tres modelos y elige el que más se ajuste a tu forma de tejer y tus habilidades en el momento actual. No pienses en futuro porque si ahora te frustras quizás no lo haya, y necesitamos que cada vez más mujeres tejan para que este oficio tan maravilloso y tan nuestro se perpetúe para futuras generaciones.


Gracias por leer hasta aquí.

Un beso tejedora.



jueves, 31 de julio de 2014

tiempo de reflexión y verano en Madrid

Los veranos en Madrid son duros, especialmente cuando no tienes economía suficiente para ir a una terracita a última hora de la tarde o al cine, a ver una obra de teatro que tanto te apetece...
Simplemente estás en casa, sudando, durmiendo mal, y dando gracias porque tienes un mes de vacaciones pagadas. Desde luego sería mucho peor estar en paro. Pero son duros.

Quiero contaros lo que se puede hacer sin gastar dinerito.
Quedar con mujeres a las que les encanta ganchillear, es superdivertido¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Os encantará.

Ya os conté en Vivencias algunas quedadas de primavera. Fueron un auténtico lujo, he conocido a gente maravillosa con la que espero no perder el contacto.

Pero hay más.

Os he hablado del Corrillo del Ovillo?
Tenemos dos puntos de encuentro.
En invierno nos vemos en el Ayuntamiento de Madrid, Palacio de Cibeles, quinta planta, según sales del ascensor a la izquierda nos encuentras.
En verano con una mantita, o silla, pero a mí me encanta tirarme en el césped, en el Retiro, entrando por la Puerta de Alcalá, a la derecha, pasas un trenecito, y por allí estamos. Me encanta.
Los primeros domingos de mes. Me encanta.
Es un grupo cerrado de facebook que admite a todo el mundo que lo solicita, y que Vanessa, por motivos de lejanía de Belén, administra ahora divinamente.








Esta es una de las quedadas que hemos hecho en el Ayuntamiento, fijaros qué buen corrillo¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El ambiente es excepcional, y aunque muchas no nos conocemos entre nosotras enseguida se abre el círculo y hablamos unas con otras como si fuéramos colegas de hace tiempo. Sinceramente os animo a participar, es toda una experiencia personal.
Como véis unas hacen ganchillo, otras tejen con dos agujas, otras simplemente van a charlar, a aprender a tejer con las manos a lo que nos enseñó una de las más expertas, o a intentar hacer un punto imposible que Guna teje como si fuera lo más natural del mundo. Uffffffffff¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡



la labor que terminé en el corrillo

En esta quedada del Retiro se celebró el segundo aniversario del grupo corrillero y llevaron tartitas y bollitos super ricos.  Lo pasamos fenomenal.

Pero hay más grupos es Madrid, quizás he participado menos, incluso algunos los tengo pendientes. Por ejemplo:

Lana Connection es un grupo de mujeres, sobre todo, que intercambian su creatividad para realizar proyectos que unen con amor y mucha lana la ciudad y la cultura a través de acciones llamadas yarnbombing o de quedadas en diferentes espaciones. Con un punto fijo los lunes, desde hace muy poquito en Manzana Mahou, en pleno corazón de Madri. Con ellas he hecho una "intervención" y una quedada.
Os cuento.

En Madrid se celebra un festival alternativo, Mulafest, y ellas el año pasado hicieron cosas muy chulas. Este año nos dieron la posibilidad de apuntarnos y fui. Ha sido fantástico, el ambiente es joven, fresco, supermoderno y vanguardista, lo pasé de lujo, me quité veinte años, fue estupendo. Clara Montagut  es la cabeza visible, y sinceramente es de agradecer su dedicación, yo lo hago desde aquí de corazón.









La otra intervención fue algo más humana, que nos llegó al corazón. 
Begoña se puso en contacto con Clara y organizaron esta quedada solidaria para recaudar algo de dinerito para AESHA, una asociación de enfermos raros a los que intentamos ayudar tejiendo unas mariposas azules que se vendían a cambio de la voluntad de los paseantes del Retiro. Además tuvimos la suerte de tener la mañana amenizada por un trompeta realmente espectacular, para mí fue todo un lujo. Y al final compramos unas papeletas y junto a Madrid Knits y Crealia se dieron agujas y un montón de ovillos, prácticamente a todos los participantes. Muy chulo.








imagen del blog de Lana Connection

Hay grupos que se reúnen de forma más o menos normalizada, incluso semanal.
Las Rozas Knitters, que ahora se renúnen los viernes de 5,30 a 8,30 en  Crepes & Waffles, allí en Las Rozas.
Madrid Knits¡ uno de los grupos más veteranos, que se reúnen desde hace ya años en el Starbucks de la Calle Pedro Teixeira los viernes de 17 a 21 y los primeros sábados de mes con el mismo horario y en el mismo sitio. Lo tengo superpendiente.
Punto Cuqui, es un grupo cerrado de facebook, no he hecho ninguna quedada con ellas, pero las conozco porque son muy participativas y nos hemos encontrado en otros eventos. Se reúnen los terceros sábados de mes y cuando te admiten en el grupo, cosa que sólo ocurre cuando has hecho una quedada con ellas, te avisan, dónde y cuándo.
Punto subversivo  es un grupo joven que se reúnen en un café literario de Lavapiés, la Marabunta, en cuanto pueda allí estaré, porque me encanta el sitio y la idea.
Tertulia Madrileña del punto, otro grupo cerrado de facebook, pero que admiten a todo el mundo que lo solicita, quedan en un precioso lugar, la Pecera del Círculo de Bellas Artes, éste lo tengo más difícil porque quedan los segundos jueves de mes por la tarde y yo suelo estar trabajando. Conozco a algunas de sus integrantes y son estupendas.
Triquipuntadas, pasión por los colores, que se reúnen en la Asociación Cultural Guindostán, C/ Méjico, hacen las quedadas a través de facebook los jueves, los llaman los triquijueves, es muy divertido.
Tejeriles, quedan por la mañana, por si a alguien le viene bien, en la Cabrera, en plena Sierra madrileña, los miércoles de 10 a 13.
El martes tiene su punto, los martes en SOPA una cafetería de la calle Nieremberg
Hilando Madrid, últimamente están quedando en la Cantina de Matadero, espero enterarme de la próxima quedada porque el sitio me encanta.
Valentinas Bombing, son un grupo espléndido de personas, que hacen intervenciones, no tienen un sitio ni un día donde quedar, pero hacen cosas tan bonitas como éstas...


Una de las quedadas en el Museo del Traje para preparar el Evento







Se hicieron talleres durante todo el día de bolillos, iniciación al ganchillo, amigurimis, para niños. Fue toda una experiencia, y compartirla con estas mujeres es lo mejor.








Tejiendo Carabanchel y Tejiendo Móstoles, con Lorena y Gema como cabezas visibles, mujeres estupendas que me ha encantado conocer, organizan quedadas a las que os recomiendo que asistáis porque el ambiente es estupendo y las horas pasan volando. Que colaboran muy activamente, junto a Tejiendo Malasaña con la asociación IAIA, arriba podéis ver la foto.

Y de esta asociación caritativa, Tejido Social en la Sierra de Madrid, os quiero hablar. Colaboran muchos de estos grupos y de los que ya os hablé en Vivencias, gente que organiza eventos para la solidaridad con las personas que más necesitan nuestro apoyo, hacen mantas para ellos y mucho más. Concha es su mentora, una persona entrañable, estupenda. 
Os dejo un enlace de una entrevista que le hacen a Concha, ir hasta el minuto 50:21, os encantará¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ video de IAIA


quedada en la Casa del Barrio de Carabanchel

Nota: os dejo el link de la segunda entrega de mi maravillosa experiencia lanera en Madrid, una primavera llena de color y amistad, http://mislanasyotrascosas.blogspot.com.es/2014/05/vivencias.html