¿POR QUÉ TEJO, PARA QUÉ?
Hoy vengo a contaros por qué diseño prendas de punto. Por qué tejo.
No creáis que es algo sencillo de explicar. Ha sido algo que ha rodeado mi vida desde siempre. Por qué entonces nunca me decidí a hacer esto?
Esto es fácil de contestar, era cosa de abuelas. Las mujeres tejían en casa, era algo proscrito, que había que ocultar, ni si quiera se reunían a pasar la tarde tejiendo y tomando café, por lo menos las que yo he conocido, y os aseguro que han sido muchas.
Sí que se compartían conocimientos, es decir, si alguna aprendía algún punto nuevo, hacía una muestrita que iba pasando de mano en mano y que íbamos aprendiendo deshaciendo (por lo menos yo) y volviendo a tejer para dejarla como estaba. En algunas tiendas de barrio o en los pueblos en la mercería te enseñaban algunas cosas, eran una biblia esas mujeres, lo sabían todo. Moría de amor. Las abuelas enseñaban a las hijas y éstas a mí. Aquí en este punto se acaba la historia porque ninguno de mis hijos y tengo tres ha querido ni acercarse a una labor, la que sea. Pero eso sí, tengo una sobriprincesa que teje, y claro estamos todas inlove con ella.
Y dicho esto, que seguro es común a muchas tejedoras, creo que hay que hablar de por qué las que no han tenido ninguna referencia, o las que como yo hemos tejido a lo largo de años de nuestra vida no nos hemos dedicado a esto formalmente. ¿Por qué a ella de repente un día se les ocurre empezar a tejer, por que a nosotras no se nos ocurrio hace décadas enseñar?
Esto también tiene una fácil respuesta. ES COSA DE MUJERES.
No tiene valor, nosotras mismas se lo quitamos. Me encuentro en mis clases, en mis círculos con mujeres que dicen eso tan típico de bueno vale solo tejes. Estos señoras se llama patriarcado, se llama machismo, se llama minusvalorar una artesanía que cruza las fronteras, los siglos, la cultura más primigenia que tiene en su núcleo mujeres cocinando y tejiendo. Lo que sea, pero tejen, hacen nudos y nudos para crear algo maravilloso que vestirán sus hijas, sus nietas. Que éstas aprenderán generación tras generación.
La cocina mediterránea la han creado nuestras mujeres, la moda la hemos creado nosotras con nuestro buen hacer, eso sí ellos dirigen, coordinan, diseñan, cocinan. Venga ya¡¡¡¡
Pues sí, así estoy. Reivindicativa.
Llevo años luchando contra esto. Hablo de cocina y tejido porque es lo que sé hacer. Nunca me han dejado sobresalir en nada, siendo mejor que ellos. Más limpia, ordenada, cuidadosa, generosa, voluntariosa, con ganas de aprender, de ayudar. Por eso me he ido. El año que viene cumplo 60. Ya vale.
Me quedo sin vida.
Me gusta enseñar, creo que es una vocación que tenía escondida en alguna de mis mil aristas. Que tengo mucha paciencia me dicen, ¡me encantaría que se lo preguntaran a mi familia!, creo que piensan todo lo contrario.
Pero aquí estoy. He roto con todo, bueno con mucho. Tejo, sueño que tejo, me levanto y me voy al portátil para retocar no sé que de no sé que patrón. Tejo. Destejo. Me enfado con algo que no me gusta y lo dejo en cuarentena. Mando mil mails diarios pidiendo colaboraciones. Nada. Me salen clases que no esperaba. Así estoy todo el día, todos los días de la semana.
Bueno, a veces paro y paso de todo eh¡¡¡
En fin, esto es lo que hay. Bueno, esto es mi experiencia. En general, claro. No sabéis lo orgullosa que me siento cuando alguna diseñadora/tejedora saca un libro nuevo, o hace una colaboración de estas que da la vuelta en las redes y de la que todo el mundo habla. Me siento como la mamá orgullosa. Deberíamos dejarnos de tontería y tejer más redes, la sororidad ha venido para ayudarnos. Que hay hombres que tejen y desarrollan patrones impresionantes? si, claro, pero son una minoría, démosles el protagonismo que merecen, es decir, muy poquito. A veces me da la sensación que nosotras mismas nos trabamos en una especie de complejo de inferioridad, que de verdad amigas es falso. Somos iguales, o en este caso que nos concierne, mucho mejores. Debemos comprar patrones de diseñadoras españolas, lanas españolas teñidas por tintoreras españolas porque las tenemos y son magníficas. Nos tenemos que apoyar. Pero es realmente difícil cuando compara un patrón de seis euros, o menos, para algunas mujeres es terrible, ¨habiendo gratis¨. Hay un trabajazo detrás de todo esto que no os imagináis, gastar unos euros de vez en cuando, es bien, os lo aseguro.
Cuando he hecho alguna colaboración y la persona encargada de los proyectos es un hombre, joven, que no sabe tejer la mayoría de las veces, es que me quedo loca. ¿En serio? No quiero que penséis que tengo algún tipo de nada contra los hombres, bien al contrario, amo a los hombres en general, pero para el trabajo algunos son muy prepotentes, creen que son mejores y que están más preparados, pero esto no es lo peor, lo malo es que las mujeres también lo creemos y así no vamos a ningún sito.
Reivindico la posibilidad de equivocarme y que no se hunda la empresa. La capacidad de error, de superación, de volverlo a intentar, de aprender de los errores sin sentir pánico, todo esto es lo que hace que seamos mejores cada día. En lo personal y en lo profesional.
En definitiva, este mundillo ha venido para quedarse, no es que esté de moda ahora, como se oye decir, nono, es que ahora tiene más visibilidad. Pero necesitamos más, más profesionalidad. Que la gente valore el esfuerzo que hay detrás y pague por el trabajo de la artesana sin pensar que eso lo puede hacer ella en un ratito. Porque no es verdad. Estos son años de aprendizaje, estudio, tesón y amor, mucho amor.
Gracias por leer hasta aquí. Un beso enorme tejedora.