martes, 11 de marzo de 2014

aumentos y disminuciones en punto bajo de ganchillo

Una de las cosas más importantes que hay que saber para cualquier trabajo con ganchillo es hacer aumentos y disminuciones. Pero no sólo es importante y básico sobre todo porque de otra forma lo único que podríamos hacer son labores rectas y qué aburrimiento, no os parece.
Si no que hay que saber hacerlo bien, es decir, que no se note. Que la labor quede casi tan bonita como sin haberlo hecho.
Lo normal es aumentar y disminuir un punto en cada punto, aunque se pueden añadir y quitar más puntos, pero a no ser que la labor lo requiera expresamente, lo mejor y más bonito es hacerlo de uno en uno.

Empezaremos haciendo aumentos con punto enano, es mucho más fácil y si la lana o hilo es finito, prácticamente no se nota nada. Os vuelvo a recordar que es muy importante que el ganchillo esté acorde al grosor de la lana con la que vais a trabajar. Si no lo sabéis o tenéis dudas preguntar a la persona que os la vende y si no, suele coincidir con el número de agujas de hacer punto, que eso siempre viene en la etiqueta del ovillo. Aunque también tengo que deciros que depende mucho porque cada uno le damos una tensión distinta a la labor, y además porque por el tipo de trabajo que estemos realizando queramos que quede más o menos flojo. Pero para empezar hacer caso de la etiqueta o de la vendedor@.

Como véis en la foto para esta muestra he subido unas vuelta con siete puntos enanos, y he aumentado un punto al principio y otro al final de la labor, pero se puede hacer en cualquiera de las siete puntos, incluso en todos.






En esta última se ve que en el primer punto he añadido otro punto más, es decir que en el primer agujerito del primer punto en lugar de hacer un punto enano hacemos dos juntos, en el mismo agujero. Es algo muy fácil y rápido de entender, lo único que hay que saber es en qué punto queremos hacer el aumento y cuántos hacer en la misma vuelta.



Cómo véis se puede aumentar en todos los puntos, y en este ejemplo terminaríamos con catorce puntos enanos.

Para la disminución hay varias técnicas o formas de hacerlo. La más sencilla y que yo os recomiendo para las que estáis empezando es saltarse un punto. Es decir que si tomamos como ejemplo estos siete puntos enanos, deberemos acabar la vuelta con seis, es decir no tejemos uno de ellos, el que se requiera para la labor.



Si siguiéramos esta procesión de disminuciones podríamos acabar con un sólo punto, y tendríamos una labor en forma de pirámide.
Pero ya os he comentado que hay otras formas de hacer disminuciones y para explicarlas lo primero que debéis tener claro es qué es un punto. En este caso un punto enano, como ya os dije, es una V, bueno en realidad dos uves, una la que se ve en la parte del derecho de la labor y otra en la superior, aunque en este caso esta como tumbada, es como un eslabón de una cadena. Espero que lo veáis bien en la siguiente foto.


Bueno pues para disminuir debemos coger la parte más cercana a nosotros del eslabón o V del punto enano. Y como lo que queremos es disminuir, no cogemos la del punto que nos toca, sino que también, y fijaros que digo tambien, la del siguiente. Echamos la hebra y cerramos las dos partes del eslabón juntas y volvemos a echar la hebra y terminamos el punto enano. Así que de esta forma, que por cierto es la que más me gusta porque creo que es la que menos se nota, tenemos que coger el hilo o lana con la que estamos tejiendo la disminución con el ganchillo y pasar por los dos puntos que vamos a unir en uno para conseguir la disminución y después volvemos a coger la hebra para pasar el ganchillo por el que nos ha quedado y el que teníamos en la aguja, para terminar el punto enano.








En estas fotos podéis ver cómo va disminuyendo el número de puntos con este método o forma de disminución.


Y la última forma sería haciendo algo parecido a lo que acabamos de hacer, es decir coger la parte superior del punto más pegada a nosotros, desde abajo hacia arriba, echar la hebra y dejar el punto sin terminar, pasar al siguiente y hacer lo mismo, con lo que tendríamos en la aguja tres puntos, para por fin volver a hechar la hebra, es decir coger con el ganchillo el hilo con el que estemos tejiendo y arrastralo por dentro de los tres puntos medio hecho. Creo que las fotos lo ilustran bastante bien.








Por supuesto en esta muestra que yo os hago y con estos colores tan llamativos algo se nota, pero os garantizo que con el mismo color, o con lanas más finitas, es muy difícil, incluso a veces para tejedoras expertas encontrar los aumentos o disminuciones.


Fijaros cómo queda con el mismo color. Porque es un primer plano que si no...

Nota: Algunas fotos no están muy nítida, pero tendreis que perdonarme, las hago yo misma con mi teléfono móvil y a veces después de muchas creo que es buena, pero al subirlas noto que están algo borrosas. Intentaré mejorar. 

martes, 4 de febrero de 2014

cambiar de color con punto bajo


Hay muchas formas de cambiar de color en una labor de ganchillo, incluso me atrevería a decir que cada persona tiene su manera, su truquito. Yo hoy os voy a contar la mía. Intentaré que sea fácil para que lo entendáis y lo podáis llevar a la práctica sin problemas. 
Sobre todo debemos tratar de tener una labor limpia, sin nudos, bonita, para que quien la mire no sea capaz de saber dónde empieza y donde termina. Ese es el truco, que quien lo tenga en la mano diga: ¿pero cómo has hecho ésto?, aunque sea lo más sencillo del mundo. 
Intentaré que éste sea vuestro resultado con la mayor sencillez posible.
Voy a explicaros el cambio de color en dos tipos de labores. Rectas, es decir, empezamos con unas cadenetas y vamos tejiendo por el derecho y el revés, de esta forma conseguimos que cualquiera de los dos lados sea válido para nuestro fin. Y también haremos cambio de color en una labor circular, que no redonda, aunque también nos valdría, es decir empezamos con unas cadenetas y unimos la última con la primera con un punto deslizado y a partir de ahí vamos haciendo vueltas siempre en el mismo sentido, con lo que tendremos derecho y revés, pero sin costuras. Con una labor recta podemos hacer una pieza circular, por supuesto, cosiendo los lados o uniéndolos de alguna forma, pero con la labor circular, aunque quizás es algo más pesada de trabajar, la terminación es excelente y yo la prefiero. 
Asi que empezamos la explicación con nuestra labor en punto bajo recta, cambiando de color, sobre diez puntos.
Ante de empezar quisiera deciros que no importa el grosor de mi lana ni el número de ganchillo que yo muestre en las fotos. Debéis elegir vuestra lana con el grosor y color que más os guste y en base a eso trabajar con el ganchillo que el fabricante os señale en la etiqueta, medio punto arriba o abajo. Yo os recomiendo que empecéis con lanas gruesas y ganchillo con números altos, como el mío que es del número 6, pero no hace falta que compréis nada, se trata de practicar como ya os he dicho en otras entradas, de que el punto bajo os quede uniforme y de que las uniones y cambios de colores pasen lo más desapercibido posibles.

Hacemos un primer punto, como siempre, que nos sirve de principio de la labor, apretando fuerte y como ya sabéis no se cuenta. A partir de este nudo contamos diez cadenetas que haremos del color elegido, y una más para la subida para poder empezar la vuelta número dos y hacemos los diez puntos bajos, como ya hemos explicado en entradas anteriores. 






Ya tenemos dos vueltas, aunque la primera sea de cadenetas, por lo tanto haremos el cambio de color en la vuelta número tres. Cogemos la lana de otro color y hacemos un punto de cadeneta al aire, apretamos fuerte el último punto de la segunda vuelta del primer color y damos la vuelta a la labor para empezar la tercera vuelta con el segundo color elegido, empezando como siempre en el primer agujerito de separación que veamos entre el punto número diez y el nueve de la segunda vuelta. Con este primer punto ya empezamos a hacer desaparecer, sin nudos, el primer color, para lo que simplemente colocaremos la lana encima del final de la labor de la segunda vuelta. 
Así explicado quizás pueda parecer un poco complicado, pero se trata de ir haciendo los puntos con la lana que queremos cortar encima de nuestra labor. De esta forma cuando hayamos hecho tres o cuatro puntos podremos cortar la hebra y seguir hasta el final de la vuelta. Pero como yo he hecho en esta muestra, aunque sólo lo recomiendo para labores pequeñas porque se gasta mucha lana, también lo podemos llevar hasta el final y sin cortar cuando llegamos al punto número diez, cambiamos de lana hacemos la cadeneta al aire con el color que hemos ido arrastrando, damos la vuelta a la labor y empezamos la vuelta número cuatro con el color anterior.







Podemos cambiar de color cada vuelta, cada dos, cada tres, es decir, cada vez que queramos, simplemente hacer una línea en una labor de otro color. Es muy sencillo, practicar un poco con dos colores y pronto podréis combinar tantos colores como os apetezca sin un remate ni un nudo. Queda un trabajo muy bien terminado.




así queda cuando no cortamos la hebra para ir cambiando de
color, pero solo nos vale para unir este lado a otra labor
así queda el trabajo cortando e introduciendo la hebra  en
la labor


rematamos con un nudo e introducimos la hebra final entre
la labor asegurándola bien para que no se deshaga

Para hacer una labor circular debemos empezar nuestro trabajo como siempre con un nudo y unas cadenetas. En este caso he hecho 20 para la muestra. Aquí no tenemos que hacer una más para subir.





Después simplemente tenemos que cerrar y lo haremos con un punto deslizado uniendo el punto número 20 al número 1. Yo prefiero introducir la aguja en la parte baja del punto teniendo la precaución de colocar la labor del derecho para que no se retuerza. Es decir, como las cadenetas parecen eslabones, en la parte inferior del eslabón. Apretamos con fuerza para que quede bien unido y hacemos una cadeneta al aire para subir a la siguiente vuelta, la número 2. 
Este trabajo se hace girando siempre en la misma dirección, no dándole la vuelta a la labor como en el anterior. Debéis contar, sobre todo los más novatos, para que siempre tengáis 20 puntos. Debéis empezar siempre por el primer agujerito entre el punto bajo número 20 y el número 1, así no habrá dudas. Por eso os digo que empecéis con lanas más gorditas, porque se aprecia con más claridad dónde debemos introducir nuestro ganchillo.

Hacemos 20 puntos bajos y unimos de nuevo con un punto deslizado. En esta ocasión os recomiendo que metáis la aguja en la parte superior del punto porque así, creo, la unión se nota menos. Por si no lo recordáis se trata de introducir el ganchillo en el siguiente punto y arrastrar pasando por el que tenemos en la aguja, sacando la hebra de una sola vez. Tiramos con fuerza para que la unión no se note.





Y hacemos el cambio de color, haciendo una cadeneta al aire con el segundo color elegido. Y haremos lo mismo que en la labor lisa, iremos apoyando la hebra del primer color sobre la labor, trabajando tres o cuatro puntos con ella. Cortamos y seguimos hasta completar los 20 puntos bajos. Cerramos con un punto deslizado fuerte, cambiamos de color, hacemos una cadeneta al aire y volvemos a empezar.






Podemos cambiar de color tantas veces como queramos, con la periodicidad que más nos guste. No se nota absolutamente nada y queda muy bonito el trabajo.



Hay muchos pequeñas cosas que podéis hacer con estas dos sencillas opciones como cojines, fundas de móviles, fundas para botes o botellas... Ir probando y haciendo cambios para que cuando vayamos a hacer trabajos más complejos tengáis la técnica muy perfeccionada.